Archivos de la categoría residencias geriátricas
¡En invierno también comemos frutas!
¿Cuáles son las frutas de invierno que servimos a nuestros comensales? Descubren los beneficios de cada uno y …. Buen provecho!
¡Otoño hasta en la sopa!
Agua, vegetales e ingredientes de temporada… la sopa de otoño satisface todas las necesidades. Por eso servimos sopas a nuestros comensales de comedores escolares y residencias geriátricas.
Cuáles son los beneficios de la sopa como plato principal
Todo el año servimos sopas de temporada a nuestros comensales de comedores escolares y residencias geriátricas. A continuación destacamos todos los beneficios de este plato.
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Incluir más carnes blancas, reducir las carnes rojas
Las carnes blancas que servimos a nuestros menús de catering, son excelentes aliadas de una alimentación saludable.
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Sopas calientes contra el frío del invierno
Tant als menjadors escolars com a les residències geriàtriques, la sopa calenta és un plat beneficiós per a la salut.
¿Por qué es tan importante consumir tomate?
En verano, servimos muchos tomates a los comedores de las residencias geriátricas. Una fruta rica y con muchos beneficios.
Ensaladas y sorbetes, comidas de verano
A los bufetes de empresas o comedores escolares y de centros de día, el verano exige una alimentación saludable para aguantar el calor. Las ensaladas y sorbetes están apreciadas por nuestros huéspedes.
Sopas: todos los beneficios y el máximo sabor
En este post demostraremos todos los beneficios de la sopa para todas las edades, y en particular la gente mayor. Un producto fácil de cocinar para los comedores escolares así como las residencias geriátricas.
Podríamos decir que casi todas las gastronomías del mundo incluyen la sopa en alguna de sus formas. Varios ingredientes se mezclan para formar un líquido pleno de sabor, que puede ser más versátil del que imaginamos: ligera como un caldo de pollo o espesa como una crema de calabaza; caliente para suavizar el frío del invierno o incluso fría como un rico gazpacho.
Pero no es sólo por su versatilidad y sabor que forma parte tanto de las mesas de familia como en los menús de restauración colectiva, así como los comedores de las residencias geriátricas. La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) recomienda el consumo de sopas para mantener la hidratación del cuerpo, especialmente en la cena. Por su parte, la Fundación Dieta Mediterránea aconseja tomar sopa más de 4 veces por semana y hace énfasis en los adultos mayores, puesto que estos necesitan alimentos fáciles de digerir y con una gran aportación de líquido. No es sorprendida que las sopas sean un elemento muy querido en los comedores de residencias geriátricas.
¿Cuáles son los beneficios de las sopas?
- Gran cantidad de agua, lo cual se traduce en una alta aportación de líquidos para el cuerpo. Las personas mayores muchas veces sufren de deshidratación y esto es una excelente forma de hidratarse.
- Ingredientes muy nutritivos como carnes, pollos y pescados se encuentran frecuentemente en las sopas y constituyen una fuente importante de proteínas. También tienen muchos vegetales e incluso hidratos de carbono como arroz o fideos; por lo tanto, una sopa es un alimento muy completo que ofrece nutrientes de calidad, vitaminas y minerales.
- Las sopas son saludables y de bajas calorías. Son muy recomendadas en las dietas para perder pes por su gran contenido de agua y por su efecto saciante.
- El mejor de todo, es que son de muy fácil digestión porque los ingredientes están blandos y son fáciles de procesar para el organismo.
Receta rápida: Sopa de invierno con calabaza y zanahoria
Cuando llega el invierno servimos esta receta de sopa para nuestros huéspedes de residencias geriátricas.
– 500 gramos de calabaza
– 250 gramos de zanahoria
– 150 gramos de puerro
– 150 gramos de cebolla
– Aceite de oliva
– Sale
– Pimienta
Primero se pela la cebolla y se corta en trocitos medianos, igual que el puerro. Por otro lado se lava bien la calabaza, se quita la piel y las semillas y se trocea en dados de tamaño medianos. La zanahoria también tiene que estar muy lavada y tajada en lonchas finas.
Se calienta agua con el aceite de oliva y allí se sofríe la cebolla y el puerro con un poco de sal. Después se añade la zanahoria y la calabaza, agregando agua suficiente para cubrirlas bien, un poco de sal y removiendo a fuego fuerte hasta que se convierta en una mescla homogénea.